Luz, una estudiante mexicana de 30 años a la que la Ciudad de México se le quedó pequeña, un día despertó y decidió darle un giro a su vida. Dejó su trabajo, hizo la maleta y tomó un avión decidida a vivir la aventura de su vida en Australia.
¿Por qué te viniste a Australia?
Porque tenía ese sueño de salir de mi área de confort y trabajar en mi profesión como diseñadora gráfica y comunicadora en un país extranjero. Experimentar cómo desenvolverme en mi campo, pero en otro idioma.
Australia siempre había resonado en mi cabeza así que busqué una agencia y pasé esa fase de búsqueda e investigación bien larga que tenemos todos, hasta que me decanté por la de Mate Education para venir y ¡acá estoy!
¿Qué ciudad elegiste y en qué te basaste?
Yo venía de la Ciudad de México y tenía inquietud de conocer esa Ciudad Australiana con estilo Europeo, varias persona que me conocían me recomendaban Melbourne, -Te va a encantar- me decían. Y la verdad es que sí! Me sacó más de una decena de suspiros; es una ciudad vibrante, como si hubiera sido diseñada para que le encajara a todo el mundo, simplemente lo tiene todo. Por casi tres meses estuve viviendo allí, combinando el estudiar de inglés y el trabajar como demi-pair. Pero después de tres meses, me di cuenta que esa experiencia de gran ciudad no era para mí, y me mudé a Brisbane, buscaba una ciudad más manejable en tamaño y más calientita en definitiva, pues justo cuando llegué a Melbourne era invierno, y madre mía qué frío pasé. Así que, cuando llegue a Brisbane me encantó el clima y el ambiente y acá sigo.
¿Qué has estudiado en el tiempo que llevas aquí?
En total, llevo un año y medio viviendo aquí pero cuando llegué tenía un nivel intermedio en inglés y pensé que con un curso de tres meses de General English sería suficiente, – según yo -, para empezar a estudiar cualquier otra cosa que me interesara más. Pero la verdad es que si hubiera estudiado más inglés, habría sido todo un poco más fácil, pues ese acento Aussie en la vida cotidiana he tardado bastante en entenderlo y quieras aceptarlo o no, las clases si que te ayudan a irte aclimatizando un poco más rápido.
Después de estudiar inglés, empecé un Diplomado en Mercadotecnia que era a lo que me había dedicado en México en el último par de años, pero al poco tiempo me di cuenta que estaba solo estaba reafirmando lo que ya había aprendido en mi país, así que busqué darle un giro total a la aventura y plasmar mi creatividad en un camino diferente al del papel y lápiz. Decidí estudiar un Certificado IV en Cocina – Commercial Cookery y no me equivoqué, me encanta! Es una disciplina que me ha dado la oportunidad de conocer Australia de una forma diferente, la mezcla cultural, la experiencia de los profesores, y por supuesto vivir la experiencia de trabajar en un restaurante con toda esa presión que siempre existe.
¿Cuál ha sido tu mejor experiencia o tu mejor recuerdo?
A mí siempre me ha gustado mucho la danza y uno de los momentos más especiales fue justo unos pocos meses después de llegar a Brisbane cuando me integré a un grupo de danza folclórica mexicano y tuve la oportunidad de bailar en un par de eventos. Esas mariposas en el estómago que se sienten al escuchar música folclórica tan lejos de tu país, le sumas la emoción de pararte en un escenario y representar a tu país en frente de otras nacionalidades. Fue increíble!
¿Qué harías de otra manera?
Quizá ahora que ya lo he experimentado, no volvería a intentar estudiar algo que ya he estudiado con anterioridad porque es repetitivo y poco emocionante ( 🙂 soy adicta a aprender cosas nuevas y experimentar lo más posible). Al menos, al mismo nivel de lo que ya hayas estudiado. Australia es una oportunidad muy buena para aprender cosas nueva y enfrentar nuevos retos como el aprendizaje de una nueva habilidad.
Y siempre recomiendo tener el camino A, B y C y no cerrarte a ninguna oportunidad que pueda aparecer. Así siempre podrás elegir, evolucionar y crecer.
¿Recomendarías esta experiencia?
Por supuesto que sí, por el mero hecho de que salir de tu área de confort te va a dar muchas herramientas.
La verdad es que Australia nos cambia a todos; tu capacidad de adaptación sino la tienes, se te va a desarrollar al máximo, debes de traer muchos kilos de paciencia para ponerla en práctica contigo mismo y no frustrarte a la primera y siempre tener la mente abierta. Al final vas a vivir en un país extranjero en el que vas a convivir con otras culturas, teniendo que sobrevivir prácticamente vas a trabajar de lo que sea. Así que lo mejor es venir lleno de ganas, un montón de energía pero también con la cabecita amueblada y consciente de que vas a estar lejos de casa y tendrás que reponerte pase lo que pase.