Si lo que buscas durante tu experiencia australiana es zambullirte de lleno en su cultura, no puedes dejar pasar la oportunidad de camuflarte entre los locales mientras realizan una de esas actividades tan típicas suyas. Lo que además, es también muy divertido, porque otra cosa no, pero de disfrutar de la vida, los australianos saben y mucho.
Barbacoa a la australiana
Pero empecemos por el principio. Si ya llevas aquí un tiempo, seguro que te habrá sorprendido el hecho de que haya barbacoas comunes en todos los parques públicos de la ciudad. Aunque seguro que lo que más te ha sorprendido ha sido lo limpias y cuidadas que están. Y es precisamente por eso, por lo que los australianos son capaces de sostener este tipo de servicios públicos, porque son muy respetuosos. Esta costumbre no solo es sostenible, sino que muy lógica ya que, al contrario de lo que pensamos en otros países donde en cuanto vemos algo gratis lo utilizamos sin control “porque claro, como es gratis…”, ellos ven una oportunidad de disfrute a largo plazo, lo que por supuesto, es mucho más interesante.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, ¿cómo es una típica barbacoa australiana?
Pues bien, considerando el hecho de que los australianos son de buen comer, por supuesto que habrá carne y será en grandes cantidades. Por lo general, consta de hamburguesas y salchichas fundamentalmente. De hecho, puedes encontrar en el super “bbq packs” con ingentes proporciones de carne de ambos tipos. Para los más sibaritas también existe la opción de una buena chuleta e incluso de una parrillada de verduras si lo tuyo es el vegetarianismo.
Por lo general, cada barbacoa tiene asignada una mesa relativamente cerca para que sus organizadores puedan estar pendientes de la cocción mientras disfrutan del resto de platos. Lo mejor de todo es que estas mesas suelen estar cubiertas por lo que tanto en caso de lluvia repentina como de asfixiante calor, estarás protegido.
Como no podía ser de otra manera, una barbacoa se riega con cerveza o refrescos y todos los invitados aportan algún plato para abrir boca, o bien, se compra todo conjuntamente y luego se dividen los gastos.
Picnic australiano
Si un día de fin de semana, amanece soleado, descuida que el primer pensamiento de un australiano es “salgamos a hacer un picnic”. La verdad es que, se lo saben montar muy bien estos australianos porque, en sí, este plan tan auténtico, puede salirte por cero dólares si recolectas sobras del frigorífico. Ahora bien, si lo que buscas es algo un poco más creativo y con encanto, la cosa se pone interesante.
Como pauta básica, lo primero que necesitas es un buen mantel, grande, enorme, para que cubra el perímetro de la comida y los comensales que vais a ser. Lo segundo por supuesto es colocar tu mantel en un sitio estratégico. Por lo general durante los findes de semana suele haber conciertos, eventos y festivales en los parques públicos, así que, entérate de cual y sitúa tu mantel entre sol y sombra. ¡No querrás que se te caliente el vino! Porque por supuesto, el vino es un MUST. Junto con las uvas, el queso, los crackers, untables, frutos secos y el brownie de postre. Quizá pienses que lo de sentarte en el suelo, no es para ti, pero tranquilo, llevar contigo almohadas y cojines está considerado de lo más normal. Ten en cuenta que los australianos se pasan el día entero así, y claro, el confort es prioridad.
Happy Hour
Efectivamente esta costumbre es más bien desconocida en países latinos o mediterráneos donde el precio del alcohol es muy barato. Sin embargo, en países como Australia y Reino Unido, estos reclamos de marketing son más comunes debido al elevado precio que alcanza. En mi humilde opinión diría que, si la estrategia gubernamental contra el alcoholismo es subir el precio, el tiro les está saliendo por la culata cuando se permiten actividades como las happy hours donde al final el consumo de alcohol se concentra en un corto periodo de tiempo pero sin ningún tipo de límite a la cantidad.
Pero dicho esto, las happy hours son por eso, un lugar excepcional donde codearse con locales. Si realmente quieres pasarlo bien, te recomiendo buscar un karaoke y acudir en ese rato. ¡Hay que ver como se desinhibe uno delante de un micrófono!
Surf
Bueno, digo surf pero en realidad el australiano medio es un loco de la aventura, el deporte y aire libre, así que podríamos decir que cualquier actividad que requiera de naturaleza y buen tiempo, podría entrar dentro de la clasificación “hobby”.
Por supuesto habrá quien no le guste estar sumergido por horas en un agua helada, embutido en un neopreno pegajoso esperando la ola perfecta, pero mirándolo con perspectiva, algo tiene que tener este deporte que acumula tantos adeptos. El contacto con el agua, los pececillos a tu alrededor, la paciencia, el horizonte, la excitación, la incertidumbre, el éxito y el fracaso… es innegable que es un deporte bastante completo y es por eso, junto al hecho de que Australia cuenta con infinidad de playas con las mejores olas de todo el mundo, que el australiano medio, lo tiene como hobby.
No te vengas abajo aún por no saber surfear, y apúntate a una clase de prueba. Un instructor te preparará en tierra para luego salir al mar y empezar a practicar. Si no tienes tabla, no te preocupes, por lo general la escuela te proporcionará tanto tabla como neopreno y si no, puedes alquilarlos por horas. Recuerda, ¡no puedes irte de australia sin haberlo intentado!
Belén G.